LA BIBLIA

Para ser más alto has de ser hormiga obrera

PRÓLOGO AL EVANGELIO DE JUAN

REFLEXIONEMOS CON CORDURA

Cristianismo Bíblico Burjassot-Valencia

3 de agosto a las 23:54 · 

En la Eternidad de la mente del Único Dios Verdadero, estaba el propósito divino de redimir por Cristo Jesús a la raza humana adámica. Y esto llegó a ser una realidad, cuando en Romanos 1:3, el apóstol Pablo nos dice: Que de la simiente de David, nacería un hombre de la simiente o esperma de David en la carne. Este esperma humano, correspondía y es de su padre biológico José, cuando en María se concibió este Santo Ser, que llegó a ser y llamarse Yeshúa/Jesús: Dios Salva. Pero este Dios o Jehová Salva, naturalmente no era, ni es ni será Jesús el Cristo, sino, el mismísimo Dios Todopoderoso. Y por qué sería y es un Santo Ser nuestro Señor Jesús Cristo?, porque vendría sobre el vientre ya gestado de María, del esperma de José, el Espíritu Santo del Dios Altísimo. Por eso Jesús el Cristo estaba lleno de toda la plenitud de la divinidad del Padre. No es que Cristo sea Divino, sino que el Padre Habitaba totalmente en Cristo, desde la misma concepción humana y biológica por el esperma de José, su padre biológico: Por eso Cristo es el Hijo del Hombre por causa de su padre biológico Jose; e Hijo de Dios por el Espíritu Santo de su Dios y Padre. Y al resucitar Cristo Jesús de entre los muertos, y según Romanos 1:4; En Cristo se confirman todas las promesas para el pueblo de Israel, y que con Cristo Resucitado, todos los verdaderos Hijos de Dios, engendrados no de carne ni de sangre, sino por la Palabra de Dios, y por su Espiritu Santo, somos bautizados por Cristo, y así llegamos a ser igualmente hijos y coherederos con Cristo de las promesas de Dios. Promesas físicas para su Iglesia, son el perdón de nuestros pecados, la regeneración de nuestras almas, y la esperanza eterna y celestial, que ya por la Fe de Cristo y por Cristo, estamos sentados juntamente con Cristo en los espacios o lugares celestiales; y esperamos la total redención cuando pronto dejemos este cuerpo de naturaleza pecaminosa, y poder disfrutar plenamente junto a Cristo en el Reino de Dios Celestial. Seguiremos. Un abrazo fraternal para todos.

EL TRONO Y EL REINO DE DIOS(Por Paco Clares)

‎Paco Clares‎ en REFLEXIONES BÍBLICAS

EL TRONO Y EL REINO DE DIOS

El cielo es el trono de Dios:

(Mateo 5:34) "Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;"

(Mateo 23:22) "y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él."

(Hechos 7:49) "El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?"

Estrado, es la tarima, sobre la que se pone la presidencia en un acto solemne; o el lugar, de un tribunal de justicia, donde se sitúa el juez y se toma declaración a los testigos y a los inculpados.

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Cuando nuestro Señor se siente en el trono de su gloria y el Juicio del Trono Blanco:

(Mateo 19:28) "Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel."

(Mateo 20:23) "Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre."

(Mateo 25:31) "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,"

(Lucas 22:30) "para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel."

(Hechos 2:30) "Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,"

(Apocalipsis 3:21) "Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono."

(Apocalipsis 12:5) "Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.”

(Apocalipsis 20:4) "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años."

(Apocalipsis 20:11) "Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos."

Muchos de los versículos expuestos, están dirigidos, a los de adscripción judía, es decir, a los que esperaban en Cristo. Es por los apóstoles y tras sernos revelados los misterios de la voluntad de Dios, el misterio de Cristo y el grande misterio de Cristo y la Iglesia, por el que sabemos, que somos copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio y que somo herederos, recibiendo también, las promesas reservadas para el pueblo de Israel (Gálatas 3:29).

El pueblo de Israel en la carne, no ha sido desechado, puesto que habrá un remanente fiel, que el Señor restaurará y salvará tras la plenitud de los gentiles. En la aparición del Señor (la Parusía), tras la 2ª Venida, el reino de Cristo y de Dios, se hará terrenal y visible, y durante mil años, reinaremos con Cristo, en un reinado de paz y justicia.

Transcurridos los mil años, se producirá, “El Juicio del Trono Blanco”; donde los apóstoles juzgarán a las doce tribus de Israel y nosotros como jueces asistentes de nuestro Señor Jesús Cristo, juzgaremos al mundo y a los ángeles.

Me gustaría, que tuviéramos muy claro, que todos los tronos y reinos pertenecen a Dios el Padre y que tan sólo, el Señor Jesús Cristo y tras ser glorificado, ha recibido del Padre, un reino terrenal y durante un tiempo limitado, puesto que tras suprimir todo dominio, toda autoridad y potencia y llegado el fin, nuestro Señor Jesús Cristo, entregará el reino al Dios el Padre. "Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia." (1ª Corintios 15:24)

Por favor hermanos, no cometan herejías, poniendo a nuestro amado Señor Jesús Cristo, en un lugar o posición en la que Dios nuestro Padre y también, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús Cristo, no le ha puesto. ¡No sean herejes!

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El trono de la gracia:

(Hebreos 1: 8) "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino."

Este, es uno de los versículos más conflictivos de la Biblia Reina Valera 1960, y que hemos de agradecérselo a sus traductores. Está claro, que estos traductores, no se preocuparon mucho de traducir bien el texto original (griego) y en el contexto de las Sagradas Escrituras.

(Traducción Griego a Español – Hebreos 1:8) Hacia-pero-a el-Hijo-El-trono-de tí-el-Dios-hacia dentro-a la-edad-de la-edad-y-el-cetro- de la-equidad en rectitud-cetro-de el-reino-de él

Yo comprendo que no es fácil, el traducir el original a nuestra lengua, pero por lo menos, que veamos que hay un esfuerzo en hacerlo, y como dije anteriormente, que lo hagan, dentro del contexto de las Sagradas Escrituras. Lo que no se debe hacer, es introducir en este versículo, el siguiente:

(Versión RVA60 – Hebreos 1:8) “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.” (Salmos 45:6)

(Versión Juneman – Hebreos 1:8) “Y cuanto al Hijo: (Sal. 44,7-8) . El trono tuyo, el Dios, por el siglo del siglo; vara de rectitud, la vara de tu reino.”

(Versión Israelita Nazarena – Hebreos 1:8) “mientras que del Hijo dice: “Tu trono poderoso* permanece para siempre; cetro de rectitud es el cetro de tu reino.”

(En la lengua Hebrea la frase “el Elohim” significa en muchas ocasiones “poderoso”)

Cualquier persona no muy versada en las Escrituras, puede interpretar, que Dios el Padre, esta diciendo de su Hijo (el Hijo de Dios nacido de María) y en una actitud casi de adoración (¡oh Dios!), reconociéndolo como otro Dios. Dicho de otro modo, cualquier persona puede interpretar, que este versículo quiere decir, que hay dos dioses: Dios el Padre y Dios el Hijo (y poniendo al Hijo por encima del Padre).

De este modo y con esta traducción, apoyan y defiende su tendencia trinitaria y politeísmo trinitario (Dios el Hijo); cuando en realidad, esta traducción es el absurdo de lo absurdo, porque posteriormente, Hebreos 1:9, anula totalmente lo dicho en el anterior versículo: “por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo”.

¡Un judío y un musulmán, no se convertirán jamás, acusándonos de politeistas y paganos!

Lo que está tratando de decir el autor de Hebreos, es que Cristo glorificado, esta y estará sentado por toda la eternidad, a la diestra de la Majestad, exaltado por Dios el Padre y recibiendo de Él, todo poder (cetro) y dignidad. Es como si Dios, dijera:

“Dios, es tu trono por los siglos de los siglos.”

¡El trono de Dios, también es trono de Cristo!

Con traducciones como la de RVA1960, no debiéramos de extrañarnos, que aquellos cristianos (medio católico-evangélicos), posicionen al Señor Jesús Cristo en un Trono específico, le adoren como a un Dios; y no hacen una imagen para honrarla y reverenciarla, porque ello, ya sería demasiado.

¡Estos, son los primeros pasos apóstatas, para llegar el ecumenismo! ¡Qué tristeza! ¡Esto, lo estamos viendo hoy en día, en casi todas las iglesias evangélicas! ¡No saben, lo que significa, el sacerdocio de Cristo!

(Hebreos 4:16) "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."

(Hebreos 8:1) "Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,"

(Hebreos 12:2) "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."

La adoración celestial:

(Apocalipsis 4:2-6) "Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás."

(Apocalipsis 4:9-11) "Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas."

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El rollo y el Cordero:

(Apocalipsis 5:1) "Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos."

(Apocalipsis 5:6-7) "Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono."

(Apocalipsis 5:11) “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,"

(Apocalipsis 5:13) "Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos."

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Los sellos. Los 144.000 sellados. Las siete trompetas (Los juicios de Dios):

(Apocalipsis 6:16) "y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;"

(Apocalipsis 7:9-11) "Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,"

(Apocalipsis 7:15) "Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos."

(Apocalipsis 7:17) "porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos."

(Apocalipsis 8:3) "Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono."

(Apocalipsis 11:16) "Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,"

(Apocalipsis 14:3) "Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra."

(Apocalipsis 14:5) "y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios."

(Apocalipsis 19:4-5) "Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes."

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Cielos nuevos y tierra nueva:

(Apocalipsis 21:5) "Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas."

(Apocalipsis 22:1) "Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero."

(Apocalipsis 22:3) "Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,"

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El Apocalipsis, no es precisamente un libro fácil de entender en su parte simbólica, pero en lo que respecta a Dios el Padre y a su Hijo Jesús Cristo (el Cordero), no hay ninguna dificultad.

El que está sentado en el trono y es objeto de toda la adoración celestial, es Dios el Padre; y nuestro Señor Jesús Cristo, el Cordero inmolado, está en medio y en pie, del trono, de los cuatro seres vivientes y de los ancianos.

Estos seudo-maestros y predicadores, manifiestan claramente, que no han sido preparados y cualificados por el Señor; confundiéndolo todo, pero lo que es peor, confundiendo a los oyentes. ¡No distinguen entre adoración y alabanza!

(Apocalipsis 5:13) “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”

(Mateo 6:10 y 13) "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén."

(Mateo 6:33) "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."

(Mateo 16:28) "De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino."

(Mateo 20:21 y 23) "Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se siente estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre."

(Mateo 26:29) "Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre."

(2ª Timoteo 4:11) "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo (Jesús Cristo), que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,"

(Hebreos 12:28) "Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;"

(2ª Pedro 1:11) "Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (Jesús Cristo)."

(Apocalipsis 11:15) "El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos."

(Apocalipsis 12:10) "Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche."

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(EL LOGOS-LA PALABRA-EL VERBO)HECHO CARNE(Paco Clares)

‎Paco Clares‎ en REFLEXIONES BÍBLICAS

[EL LOGOS – LA PALABRA – EL VERBO] HECHO CARNE

(RVA60 - Juan 1:1-5) “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”

Del Griego a Español, sería así:

“En principio es el Logos (la Palabra), y el Logos (la Palabra) es en Dios, y de Dios es el Logos (la Palabra)”

Logos y en la filosofía griega, significa “La Palabra” (meditada, reflexionada o razonada). Para los griegos, “Logos”, implicaba o contenía: razonamiento, argumentación, discurso, inteligencia, pensamiento, sentido, etc.

¡En las lenguas romance (Latín) Logos = Verbo!

Si para los griegos, “Logos (La Palabra)”, tenía muchísimo significado, calculen el significado, que tiene para nosotros. Para nosotros, la palabra de Dios, es espíritu y es vida, y es multiforme en su gloria y gracia. La palabra de Dios: crea, es escudo, justicia, recta, verdad, potestad, buena, permanente, se siembra, limpia, se cree, crece, se multiplica, se difunde, se anuncia, prevalece, tiene poder, sobreedifica, de promesa, de fe, purifica, es vida, es viva, eficaz, cortante, penetra, discierne, exhorta, antorcha, lumbrera, etc, etc, etc.

Espero, que tras esta exposición y cuando lean en estos versículos las frases “por él” y “en él”, entiendan, que se está refiriendo, al Logos (“La Palabra”, “El Verbo”) y no a un ser celestial o algo parecido que está con Dios.

¡Las Biblias trinitarias nunca traducirán: “y la Palabra es en Dios” ---> que es lo correcto¡

προς ---> (a, para, al, a la, en)

τον --- (la, el, de la, al, del)

προς τον ---> en el ---> en (pero nunca con)

¡Lo que acabo de escribir es muy fácil de comprobar y descubrir si miento o mienten ellos!

Utilizando la preposición “con (junto a, al lado de), dan lugar a la confusión, y algunos o muchos, pueden pensar en un imaginario Ser celestial Supremo y en otros imaginarios Seres celestiales, que están con Él.

¡Es lo que los trinitarios quieren o buscan utilizando la preposición “con”!

Renuncian a la correcta traducción, “en”, porque esta preposición, indica y significa “hacia a él”, “dentro de”,”hacia dentro”, “interior”, “procede de”, y evidentemente, esta traducción no apoya su doctrina trinitaria.

¡Aunque parecido, no es exactamente igual, estar con Dios, que estar en Dios!

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Todas las cosas por (el Logos – La Palabra – el Verbo) fueron hechas,...:

(Salmo 33:6) “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.”

(Hebreos 11:3) “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”

(2ª Pedro 3:5-7) “Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.”

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En (el Logos – La Palabra – el Verbo) estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres:

(Mateo 4:4) “El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”

(Juan 6:63) ”Dijo Jesús: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”

(Juan 6:68) “Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”

(Salmos 119:105) “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”

(Juan 8:12) “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

(2ª Corintios 4:6) “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo (Jesús Cristo).”

(1ª Juan 1:5) “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.”

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El Logos - la Palabra - el Verbo hecho carne:

(RVA60 - Juan 1:14) “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

(Traducción Griego a Español - Juan 1:14) Y – la – Verbo/Palabra - carne - vino/llegó a ser – y - habitó en tienda-en – nosotros – y – vimos - a/al/a el – gloria/esplendor - de él/su/sus-gloria/esplendor – como - de unigénito - junto (a/al)/al lado de – Padre – lleno - de gracia/gracia/bondad inmerecida – y - verdad

En el griego clásico la palabra “παρα →junto (a/al)/al lado de” significa “para”.

Muchos científicos de hoy en día, que trabajan en disciplinas como la astrofísica, la física cuántica o la biología y tras analizar racionalmente las cosas creadas, se sorprenden del orden inexplicable y de la grandiosa mente o inmensa inteligencia oculta tras la física. Tal es así, que muchos llegan a decir que Dios es la energía inteligente del Universo.

Si se fijan, no dicen, que Dios es energía y inteligencia, sino, energía inteligente (como un todo único). No sé cómo mis hermanos disciernen la naturaleza de Dios, pero para mí, Dios es un todo único: Espíritu Palabra.

¿Por qué digo esto?:

(1ª Juan 3:24) “Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”

(Juan 14:26) “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Dios permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado; y el Espíritu que nos ha dado, es el Espíritu Santo, que nos enseña y recuerda la Palabra y nos da poder para no vivir según la carne, sino según el Espíritu.

El Espíritu Santo, Espíritu Palabra, Espíritu de Cristo/Palabra del Padre que él nos dio.

(Romanos 8:9) “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.”

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¿Qué quiere decir en el principio?

Todos creemos, que Dios es Eterno y todos creemos, que ha existido siempre, por consiguiente, ello significa, que Dios, no tiene principio ni tampoco tiene fin.

Entonces, cabe preguntarse:

¿A qué principio se refiere Juan 1:1?

El hecho de que utilice la frase “en el principio”, anula toda posibilidad de la coeternidad, palabra, que tanto defiende, cierta doctrina extrabíblica, doctrina de hombres, doctrina de Babilonia la Grande (la madre de las rameras) y doctrina de algunas de sus hijas, las cuales participan de ella y donde algunas, van mas allá de esta doctrina, cayendo en el politeísmo trinitario (Tres Dioses: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo).

Creo, que Juan, cuando escribe “en el principio”, se está refiriendo, a un momento determinado del pasado eterno (antes de la fundación del mundo – antes de que el tiempo existiera), en que Dios decide iniciar la ejecución del Plan Divino, de Su Propósito Eterno, creando todo lo existente, así como, los “seres vivientes”, tanto en los cielos como en la Tierra. ¿Por qué decidió este principio? Mi respuesta es: ¡No lo sé!

(1ª Corintios 13:12) “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.”

Lo que está claro y así lo expone el apóstol Pablo, es que todo responde a un Plan de Dios y conforme al Propósito Eterno, que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor (Efesios 3:11). La voluntad de Dios, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra (Efesios 1:9-10).

Aquí se está hablando de la voluntad de Dios y de Su Propósito Eterno: el Logos (la Palabra).

¡No se está hablando de personas, se está hablando de “el Logos (la Palabra)”!

Se está hablando de un Plan, de un Propósito Eterno, que estuvo y está en el seno de Dios y que en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, se encarnaría, comenzando y finalizando en Cristo Jesús nuestro Señor ([el Logos - el Verbo - la Palabra] hecho carne – Dios manifestado en carne - la imagen de Dios, la imagen del Dios invisible, la imagen misma de su sustancia).

Como anteriormente dije, mi percepción sobre la naturaleza de Dios, es la percepción de un todo único (Espíritu Palabra). Cuando hablamos de la Palabra, además, de ser el modo de expresión, por el cual podemos conocer las cosas que Dios nos quiere decir y conforme a Su voluntad y propósito, también son espíritu y son vida (Juan 6:63).

Conforme al Propósito Eterno, que Dios hizo en Cristo Jesús nuestro Señor (Efesios 3:11), hace poco mas de 2.000 años, un destello, un resplandor de Su gloria (Palabra) y la imagen misma de su sustancia (Espíritu); es decir, el único Dios verdadero, se encarnó en Jesús del linaje (sperma) de David (Romanos 1:3).

Dicho de otro modo: Jesús, fue engendrado por Dios en Espíritu y nacido de mujer. Su cuerpo era de la misma sustancia que el nuestro (Jesús vino en carne pero sin pecado), es decir, Jesús fue verdadero hombre. Su espíritu, fue el destello/resplandor de la Palabra, que Dios decidió podríamos entender, discernir, digerir y la imagen misma de su Espíritu.

(1ª Timoteo 3:16) “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”

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Jesús Cristo ha venido en carne:

(1ªJuan 4:2-3) “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo (Jesús Cristo) ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo (Jesús Cristo) ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

(2ª Juan 1:7) “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo (Jesús Cristo) ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.”

Cuando Juan escribe estas cartas ya estaba en acción “el gnosticismo”, que tal vez fue la herejía más peligrosa a la que tuvo que enfrentarse y que posteriormente amenazó a la iglesia primitiva durante los tres primeros siglos.

Concretando: Los gnósticos, creían y enseñaban que Jesús verdaderamente no fue humano, sino, que sólo lo aparentaba. Esta doctrina herética, trató de destruir la verdad sobre la humanidad de Jesús Cristo (ha venido en carne) y por consiguiente, anulaba la expiación de nuestros pecados, que él ganó para con nosotros, sufriendo y muriendo en carne, Jesús Cristo hombre, en la Cruz del Calvario.

(Hebreos 2:14-17) ”Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.”

(1ª Timoteo 2:5) “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo (Jesús Cristo) hombre,”

Conclusión:

Durante los tres primeros siglos, los cristianos primitivos tuvieron que hacer defensa, enfrentándose, fundamentalmente: “al gnosticismo” y “al arrianismo”.

En el Siglo IV, nació la Iglesia Católica-Romana, la cual y en diferentes concilios en vez de defender la sana doctrina (la doctrina de la Deidad en Cristo), con la palabra de Dios, se enfrentó “al gnosticismo” y “al arrianismo”, con sus propias filosofías, creando una nueva doctrina, una doctrina de hombres: El Credo Niceno y el Credo de San Atanasio – El Misterio de la Santísima Trinidad.

El diablo consiguió:

¡Que fuera peor el remedio, que la enfermedad!

Actualmente, Babilonia la Grande, la madre de las rameras y sus hijas, participan de esta doctrina, elaborada por medio de filosofía y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo (Colosenses 2:8).

Nosotros y por nuestra limitación, tenemos siempre la inclinación, a explicarlo todo desde una visión antropomórfica. Tal es así, que Moisés dijo a Dios: Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

¿Qué significa: YO SOY EL QUE SOY? ---> Dios (YO SOY - “el que es”)

Personalmente, estoy convencido, que Dios, es Espíritu Palabra (como un todo): ¿A qué lo compararé?

Oigo y quizás, hasta en alguna ocasión también lo haya dicho, la frase “Ser Supremo”.

Definir a Dios, con la frase extrabíblica “Ser Supremo”, es un profundo error, que cometemos, seguramente influenciados por la herencia cultural Católica-Romana. En la Biblia la palabra “Ser”, tan solo aparece una sola vez y referida a la naturaleza humana de nuestro Señor Jesús (Lucas 1:35).

Cometer estos errores, es dar pie, a que algunos volaran y vuelen en su imaginación, viendo y creyendo, en varios Seres celestiales y coeternos, a los que llaman personas divinas y en su caso anteponiéndoles el sustantivo Dios.

Los verdaderos cristianos y al igual que en su día hicieron los apóstoles y también los primitivos cristianos, tendremos, que hacer apologética, defendiendo “la sana doctrina”, frente “a los judaizantes mesiánicos”, “al gnosticismo moderno”, “al humanismo”, “a la posmodernidad”, “al arrianismo (Testigos de Jehová)” y “al catolicismo-romano (Credo Niceno y el Credo de San Atanasio – El Misterio de la Santísima Trinidad), etc.

La Biblia que utilizo es Reina Valera 1960, y como todas las Biblias que traducen del Textus Receptus (Iglesia Católica-Romana), viene contaminada en origen y por consiguiente es una Biblia trinitaria. Tal es así, que la nueva revisión que se está haciendo de Reina Valera 1909, la esta realizando la Sociedad Bíblica Trinitaria (EE.UU).

El denominador común de las falsas doctrinas suele ser:

1. La utilización de palabras extrabíblicas, de corte filosófico y tradicionales.

2. Que están fuera del contexto inmediato y general de las Escrituras; de tal modo, que a continuación encontraremos numeroso versículos, que denuncien la falsedad, porque en la Biblia, no se puede admitir una cosa y la contraria.

Habrá que defender “la sana doctrina”, tal y como el Señor quiere: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.”

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EL REINO DE DIOS